Muchas de las veces la miseria humana diaria, supera cualquier película de ciencia ficción , no es necesario tampoco ir al cine en Zimbabue para ver el terror por las calles y el mayor desprecio por la vida humana , en cualquier cualquier cárcel o presenciar los interrogatorios ante la policía o si quieres más, ver la forma en que cumplen la condena sus reclusos.
La agencia de noticias Reuters, acaba de ofrecer una noticia que me ha puesto los pelos de punta «Un ciudadano de Zimbabue ha pasado dos meses encarcelado, a la espera de juicio por el robo de motocicletas, con los intestinos fuera a causa de los disparos que había recibido durante una redada policial».
El recluso compareció ante un tribunal que debía determinar si se le concedía la fianza, cojeando por el dolor y con los intestinos que le sobresalían dentro de una bolsa de plástico.
Hemos de agradecer al juez, que al verlo ordenó que le condujeran inmediatamente al hospital a lo que un funcionario de la cárcel aseguró, que el hombre en cuestión había sido trasladado al hospital en dos ocasiones, pero en ninguna de ellas se pudo encontrar a un médico y sólo fue atendido con analgésicos.
Nos quejamos de que “nos duele la tripa” y nos hacen la baja medica para ocho dias , y digo yo ¿Cómo se puede sentir una persona con los intestinos en una bolsa de plástico durante dos meses? ¿Le dolerá la tripa? , lógica seria la justicia si ese mismo juez compasivo, enviase a esos inhumanos funcionarios, que han visto diariamente como ese desgraciado recluso retenía las tripas entre los dedos, a que les operasen de la hernia y les dejasen sin coser durante el mismo tiempo.
¡Cosa como esta solo las comete el ser humano!
Fr. ++ Vicente
Fratertempli, Orden del Temple 